Email: ¿Instrumento obsoleto?

¿Quién no posee una cuenta de correo electrónico ya sea personal o laboral? ¿Alguien niega que esta herramienta, en todas sus versiones, ya es parte importante de nuestras vidas?

 

Para muchos poseer una casilla de correo constituye una biblioteca personal donde se almacenan datos útiles o que simplemente se quieren conservar; para otros es un medio más de contacto; o bien una herramienta de trabajo; una fuente de competitividad; y muchos usos más que se pueden enumerar. 

Hay una creciente tendencia hacia lo efímero, el fácil acceso a la información y a la velocidad con que esto sucede, ya que todo está disponible para todos y “estamos informados” constantemente o por lo menos así lo sentimos, porque es algo irreal, todo ese bagaje de datos termina en la nada de un momento para el otro y terminamos mucho más desinformados.

Vivimos una situación que puede llevarnos a pensar que el email ya no es útil, no es indispensable.  Si pensamos en nuestro día a día, nos fundimos en una ola de innovación y cambios en constante crecimiento, como se ve con las redes sociales, telefonía celular y mensajería instantánea, junto con los llamados “netizens” (ciudadanos de la red) y usuarios multipantalla. Todos en combinación agravan esta situación de olvido y abandono del gran instrumento que cambió, junto con Internet, la historia de la comunicación en el mundo. 

Sin ir más lejos, recientemente la empresa TecnoVoz, ha integrado Whatssap al sistema de atención al cliente, permitiendo que los usuarios tengan la respuesta a sus inquietudes instantáneamente, en lugar de tener que estar a la espera de un email, y dudando si su reclamo, pregunta o lo que fuere llegó o no a la empresa.  

A pesar de todo, y resaltando también que más allá de esta masificación mundial o “globalización comunicacional”, están comenzando a aparecer y destacarse personas que se niegan a ser uno más del montón y probablemente en ese nicho esté la potencialidad de un nuevo cambio. Aquí es donde el email puede ser un artilugio muy importante, si se adapta a esta nueva era de diferenciación. Porque si las empresas que prestan el servicio de email no realizan innovaciones o cambios en el mismo, se transformará  en un instrumento obsoleto.

Queda en manos de estas empresas gestionar los cambios para adaptarse o bien mantener la interfaz y posibilidades de uso actuales quedando a disposición del tiempo, pero también serán los usuarios quienes en gran medida definan este destino incierto.